El viaje de la medusa

 

 

Este trabajo partió de una frase que leí un el libro.

 

                       "Las ideas son como peces.

                         Si quieres pescar pececitos, puedes permanecer en aguas poco profundas.

                         Pero si quieres pescar un gran pez dorado, tienes que adentrarte en aguas más profundas.

                         En las profundidades, los peces son más poderosos y puros.

                         Son enormes y abstractos. Y muy bellos."

 

                                                                                                                                                  (Atrapa el pez dorado) David Lynch

 

Me interesó la idea de viajar a las profundidades a ver con qué me encontraba.Empecé a seguir una idea, sin saber siquiera cual era.De lo único que estaba segura, era de que algo rondaba en mi cabeza. Se paseaba por los hilos de mis pensamientos, a veces conscientes, otras en cambio inconscientes.Hasta que un día, cogió forma de una medusa, silenciosa, efímera, translúcida y sutil.Las medusas tienen un gran atractivo para mí, por varias razones: por un lado, está el concepto que tenemos de ellas. Es decir, muchos de nosotros las vemos como algo amenazante, que nos puede picar, por lo tanto, vamos adquiriendo una no tan buena impresión sobre ellas.A pesar de ello, y dejando a un lado este detalle, he podido observar su translucidez, interesante efecto que nos dejar ver parte de lo que hay detrás, distorsionando ligeramente la realidad.Por otro lado, me interesa el efecto que crean cuando se desplazan. Dándonos una sensación de ingravidez, en un espacio donde nada permanece quieto. Moviéndose sutilmente, y recordándonos lo efímero que es todo.Las ideas, que en este caso han cogido forma de medusa, han recorrido diferentes lugares; desconocidos, solitarios y misteriosos, donde han ido adquiriendo experiencia y conocimiento.Los cuadros han sido un espacio de trabajo donde, universos paralelos se han entrecruzado entre sí, y la medusa ha tenido que escoger diferentes caminos, saliendo a veces de aguas enmarañadas y ramas entrecruzadas hacia un espacio donde se siente libre, o se ha adentrado en un mundo desconocido donde la imaginación de cada uno tiene lugar para interpretarlo.Un día, la medusa desapareció sin dejar rastro. Pero el viaje no ha sido en vano, ha servido para aprender y reflexionar, pero sobre todo para crear.